
En Alcalá de Henares el alcalde cobra la misma retribución que un consejero de la Comunidad de Madrid, mientras que por ser diputado en la Asamblea de Madrid el sueldo asignado es de 49.048 euros brutos año, aparte del complemento que percibe por participar en la comisión subsiguiente que suele estar en torno a los 2.000 euros anuales.
Contrastamos esta información de Alcalá Digital con palabras pronunciadas por Bartolo en Septiembre: "El alcalde solo puede tener un solo sueldo público. Yo cobro el sueldo del Ayuntamiento, por parte de la Comunidad de Madrid hay una indemnización de 1.200 euros por asistencia a los plenos de la Asamblea"
Contrastamos esta información de Alcalá Digital con palabras pronunciadas por Bartolo en Septiembre: "El alcalde solo puede tener un solo sueldo público. Yo cobro el sueldo del Ayuntamiento, por parte de la Comunidad de Madrid hay una indemnización de 1.200 euros por asistencia a los plenos de la Asamblea"
Asimismo goza de ciertas ventajas fiscales, no abona la cuota del trabajador a la Seguridad Social, cerca del 7 por ciento del salario bruto, unos 240 euros mensuales. El 20 por ciento de la cuantía del salario base no tributa en el impuesto de la renta de las personas físicas, porque se consideran gastos de viajes, igualmente disponen de una tarjeta para gastos de transporte de 3.000 euros al año.
Pero no solo son estos gastos los que tienen que soportar los contribuyentes de Bartolomé González, en la administración local el equipo de seguridad que tiene alrededor puede suponer un coste cercano al millón de euros, ya que cuenta con varios equipos de policías municipales que se alternan en la seguridad de Bartolomé González.
De lo que no hay duda es que Bartolomé González se ha constituido en el alcalde más caro de Alcalá en toda su historia. Todo un político profesional que ha hecho carrera dentro del partido.
Antiguos militantes y concejales de la extinta Alianza Popular todavía recuerdan a un imberbe Bartolomé González como aquél chiquillo que hacia de meritorio llevándoles el café.
Atrás habían quedado aquellas primeras elecciones democráticas donde un grupo de entusiastas y “aventureros” pusieron los cimientos del actual ayuntamiento donde solo primaba el trabajo y el esfuerzo sin ningún coste adicional para los bolsillos de los alcalaínos.
Abierto el camino a las dedicaciones absolutas algunos hicieron de la política su profesión, sin pisar la empresa pública o privada se han convertido en los principales actores de una política de la que ya no son capaces de salir, muy lejos de los otros políticos que desde su experiencia profesional o universitaria pueden conocer y gestionar con mayor criterio toda una administración, ya sea local, regional o estatal.
Otro problema de coste para los ayuntamientos es el de la proporcionalidad sobre el sueldo que reciben el resto de concejales, donde se prima por igual la responsabilidad del equipo de gobierno que el de oposición. Y es que en este aspecto es difícil “coger el toro por los cuernos”.
Que pensarán de la dedicación de Bartolomé González a Alcalá de Henares, Carlos Valenzuela, Arsenio Lope-Huerta, Teodoro Escribano, Florencio Campos o Manuel Peinado, alcaldes con un coste global sensiblemente inferior para las arcas de los alcalaínos.
Fuente: www.alcaladigital.com
Bueno, Florencio Campos fue un corrupto bastante conocido en los ambientes del ladrillo, pero ni aún así llega a las alturas de nuestro actual alcalde, y además, no tenía este sueldazo
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